La Unión Familiar

El Hogar un Tema de Dos

 

Con entusiasmo las parejas se unen para vivir juntos queriendo formar una familia, sin meditar sobre el concepto hogar. Cada quién  o ambas personas se dan a la tarea de proveer recursos para acumular bienes materiales queriendo conformar una  vida con comodidades, y hasta ciertos caprichos muchas veces innecesarios, pero que llenan vacíos personales.

Después de cierto tiempo de estar juntos, y en algunos casos no es tanto tiempo, las parejas tienen diferencias y convienen separarse por incompatibilidades de carácter, intereses y pensamientos.

La pregunta que aparece es ¿Qué paso?, ¿Dónde quedaron las ganas, el entusiasmo, el compromiso y el amor?

La frágil relación se fragmenta a causa del debilitamiento de sus cimientos, o por la carencia de ellos, pues muchas veces se actúa individualizando los intereses y las acciones sin que estas estén dirigidas al beneficio y edificación de la familia.

Establecer una relación de matrimonio no es un contrato de sometimiento ni mucho menos es atarse el uno al otro  provocando hundirse en vez de crecer; ni tampoco para usarse de trampolín pretendiendo alcanzar lo que se quiere, sin importar si la otra persona no consigue lo que anhela. Compartir en Pareja

El Hogar es el recinto que se construye entre quienes lo integran y es el sitio en el que todos aportan para bien de todos. Es el espacio que comparten y en el que la intimidad de su persona reposa; el hogar debe ser un remanso de paz.

El Hogar exige la entrega y participación de ambas personas y ellas deben matizarlo con amor y voluntad de entregar, dar y compartir, ya que  principalmente es un lugar de Unión para derramar bendiciones y amor.

 ¿Qué pasa entonces con la pareja?

 Se desequilibran porque no se procuran mutuamente; ya no hay un ganar – ganar; proveen de objetos materiales pero limitan su entrega espiritual; y dejan de compartir la escena romántica de felicidad.

 El hogar en el que vive la pareja se construye aportando de sí mismos, compartiendo las cargas, los gozos, los esfuerzos, las ideas, los intereses y sobre todo, emprendiendo acciones que les fortalezcan y unan más, para tener un matrimonio sólido. Ambos deben aportar en la casa, ambos deben  asumir responsabilidades dentro de ella y ambos deben participar en la edificación de esta para lograr que su hogar sea cálido y abrigador.

Dense a la tarea de consolidar su relación; entréguense, ámense y sean una sola persona, sin atarse o limitarse, más bien, logren integrarse de tal manera que tú sepas como está tu pareja en tu carne, con una alma unida, miren hacia su casa como el hogar que los abriga y el espacio que tienen para acrecentar el amor y ser el uno para el otro.

Finalmente, el hogar es el reflejo de la relación que hay entre ustedes y una manera de expresarle cuanto le amas.

El hogar es la morada donde descansan las almas y pueden estar en paz…

DIOS TE BENDIGA

Amorosamente

Miguel Angel

 

 

Correo electrónico

miguelangel@contigolaunion.net

 

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