El Encuentro
El Encuentro
De la serie
La Aventura – Un Testimonio de Fe y Esperanza (5)
Algo que siempre me ha señalado hacia “el norte” ha sido una brújula interna que me mueve a salir adelante, superar lo que se presenta y querer ser y estar mejor. Esta brújula, que entiendo todos la tenemos y que basta “conectar” para saber hacia a dónde movernos.
Le llamo brújula al sentir interno que tenemos y que nos lleva a actuar buscando alcanzar, metas, sueños, ideales y por la que emprendemos acciones que muchas veces ni siquiera planificamos.
Cada persona es un libro con una historia, y cada historia es una aventura con diversos momentos y situaciones, cierto es que todas las historias son dignas de conocer, aunque desafortunadamente muchas de ellas son tristes, dolorosas y desoladas; pero también hay historias llenas de amor y de hermosos momentos.
La vida es toda una aventura en la que pretendemos llegar al nivel alto compuesto por buena vida, felicidad, grandes momentos y la realización personal, pero ¿Qué garantía tenemos de llegar a la cima final?
El encuentro
Algunas personas han visto sus planes de vida truncados por eventualidades, cambios inesperados o situaciones no planeadas coartando su propósito de vida, e inclusive personas han abandonado súbitamente este deseo debido a accidentes, situaciones no previstas o la muerte repentina. Porque ¿Quién nos asegura que tendremos larga vida?
Es mejor no perder el tiempo y enfocarse en un propósito de vida.
En mi vida los días pasaban y al tiempo que sorteaba los problemas que me acompañaban, me empeñaba en poder trascender, es decir: “Instintivamente buscaba” ¿Qué? No lo sabía en ese momento, pero si quería darle un sentido a mi vida y sentir que “estaba viviendo de manera significativa”.
El encuentro
Así que sucedió pues, en mi adolescencia que fui invitado a un retiro espiritual católico al que asistí pensando en que era algo así como ir de campamento a divertirme, además mis primas me envolvieron diciéndome que mi primo (hermano de ellas) que yo quería tanto, con el que siempre pasaba muy buenos momentos, que él estaría conmigo. He de decir que no sabía que era un retiro y tampoco sabía que era dentro de la Iglesia Católica.
Por supuesto que este retiro marco mi vida, porque cumplió, supongo, el objetivo primordial: “Tener un encuentro y conocer a CRISTO”. Vagamente recuerdo lo que viví dentro del retiro, pero no olvido que mi primo no lo tomo, mi mama no fue a recibirme en la misa cuando salimos y fue ahí la primera vez que hable en público, con el choque emocional de alegría y dolor; pues al término de la misa se nos pidió que diéramos nuestro testimonio a unas 3 personas. Sentí por primera vez un fuego interior que me quemaba y me empujaba a tomar la palabra, al dar mi testimonio, la gente lloraba y lloraba dentro de la iglesia, aunque no dije mis problemas, ni hice una gran exposición, ni tampoco hice evidencia de mi vida personal; de mi boca salieron palabras que conmocionaron a la audiencia, solamente había hablado con el corazón, así que esta fue la primera vez que al hablar frente a una audiencia había tocado corazón y que el Espíritu de DIOS obraba en mí y a través de mi para bien de los demás.
El encuentro
Una de las cosas que ha quedado guardada en mi corazón fue una dramatización del juicio de JESUS dentro del retiro; insisto yo no sabía, conocía poco de CRISTO y no esperaba algo así definitivamente. Fue algo muy real, no fue lo que solemos ver cada Semana Santa donde vemos a un JESUS que va a ser crucificado, esto fue algo muy diferente describo un poco de lo que viví a continuación:
“Llego un hombre atado de manos y vendado de sus ojos, lo pasaron a la habitación en la que nos encontrábamos como espectadores los asistentes al retiro (todos varones) a este hombre lo juzgaban con dureza y maltrataban físicamente; esto era real, golpes insultos, violencia real. Algo en mi corazón se exalto fuertemente en el acto me di cuenta de que se trataba de JESUS, fue muy impactante para mí, mis compañeros se violentaron se fueron encima de los voluntarios que impartían este retiro y las cosas parecían salir de control, se violentaron muy fuerte (al menos lo era para mí), pero siendo yo una persona que viví de cerca la violencia de mi padre a mi madre y de mi madre hacia mí, experiencias que me volvieron defensor de los indefensos, de los débiles y de los abusados, sencillamente no soporte lo que acontecía e intervine manejando la situación y tomando control; esto fue algo aún más impactante para mi pues asumí un liderazgo y controle una situación en la que se dio una exaltación fuerte, aclaro que los voluntarios no estaban fuera de control ellos incitaban la carga emocional para bien de los asistentes, pero mis compañeros salieron de control y se violentaron atacando a los voluntarios queriendo defender al CRISTO, es decir ellos reaccionaron en defensa al ver la gran injusticia, y yo; primero paralizado pero luego con un fuego combinado por un gran dolor de ver la “injusticia ejercida a CRISTO”. Me parece que todos los asistentes eran mayores que yo, o al menos me parecía que era así, pues eran más grandes en tamaño y robustos, posiblemente jóvenes y yo un adolescente queriendo ser joven. Lo me que ocurrió en este evento fueron dos cosas que quiero señalar:
1. Sentí un fuego muy fuerte por defender la figura de CRISTO y
2. Fui capaz de ejercer un liderazgo sin perder la cabeza”.
Sé que las injusticias no las toleramos muchas personas, al verlas nos llenamos de coraje y hasta rabia y deseamos hacer algo y muchas veces la acción que precede a este sentimiento es la violencia, más reprimir con violencia o forzar a no ser violento con fuerza agresiva solo agrava las cosas. Siempre será mejor no perder la cabeza y tomar el control, eso es de lo que me di cuenta cuando tuve esta experiencia, así que sin siquiera pensarlo comencé a hablar, a tomar el control y a actuar de manera sensata, lo increíble de esto es que los compañeros me escucharon, se detuvieron de hacer más grave la situación y todos poco a poco nos fuimos “cayendo de rodillas” pidiendo perdón a DIOS ¿Increíble? No, no lo es, creo que esto es algo que se da cuando nos sensibilizamos y vemos a DIOS frente a frente ¿Cómo se puede mirar a DIOS y no inmutarse? Pero ¿Dónde lo vimos? Lo vimos en nuestro corazón cuando nos dimos cuenta de que con nuestros actos lastimamos, llagamos y crucificamos a JESUS, en otras palabras, DIOS estuvo con nosotros y nos permitió ver, ver con el corazón su rostro, pero no solo eso, vimos y sentimos su amor.
Además por primera vez en mi vida estaba ejerciendo un liderazgo, quizá algo nato, o tal vez empujado por las circunstancias, cabe aclarar que yo era un jovencito muy inseguro, muy temeroso, con muchos miedos incapaz de mirar a los ojos a una persona, cuando caminaba lo hacía rozando la pared y con la cabeza abajo, tenía muchos miedos y me era muy difícil relacionarme con las personas, contrario a las cualidades que conocemos de los lideres o de los comunicadores y buenos oradores, yo contrariamente me movía en sentido inverso. No obstante, me encontraba metido en este retiro, con mucho miedo, sin saber de que se trataba y lo que esperaba de esos días estando ahí.
Entonces ¿De dónde salieron estas cualidades? Ser un líder y poder hablar en público y tocar corazones, la respuesta a continuación:
En la niñez viví mucho dolor y violencia al punto de ser golpeado y amarrado muchas ocasiones, además también enfrente diversos riesgos pues en varias ocasiones estuve a punto de ser violado, esto influyo a que fuera un niño depresivo, inseguro, introvertido y muy desconfiado. Hago esta mención no para hablar lascivamente de mis padres, ni de ninguna persona involucrada en mi pasado sino para resaltar la Gracia de DIOS, porque definitivamente ÉL me rescató, me levanto, me curó, me restauró y me impulso.
Definitivamente DIOS me rescato, como dije me levanto y me dio una vida nueva, pero había que atravesar mucho dolor, para conocer el dolor y ser compasivo con el dolor de los demás, también había que estar inmerso y sufrir un poco para así ejercer de mejor manera “La Obra de La Unión” y ejercer este Ministerio comprometidamente y Amorosamente.
El encuentro
No buscaba a DIOS, aunque siempre fui Católico era justamente a ÉL a quien culpaba de mis desdichas y dañada vida, así que siendo creyente no lo era, y siendo Católico no lo era, porque siendo como era, era mejor no ser Católico y así no dar mal testimonio de la FE.
Este acontecimiento del retiro no fue suficiente para mí, aunque debió serlo desde la primera experiencia con el SEÑOR, y es que realmente existe gente terca en este mundo y definitivamente luego de lo vivido a la primera piedra de tropiezo me rendí y con facilidad renuncie a la fe, pero CRISTO no renunció a mí, así que todo era cuestión de tiempo para que yo volviera a darme a ÉL.
Más que buscar a DIOS; ÉL fue a mi encuentro
1 Reyes 19:3-9
Elías tuvo miedo, y se levantó y se fue para salvar su vida; y vino a Beerseba de Judá y dejó allí a su criado, y anduvo por el desierto un día de camino, y vino y se sentó bajo un arbusto (enebro); pidió morirse y dijo: “Basta ya, Señor, toma mi vida porque yo no soy mejor que mis padres.” Y acostándose bajo el arbusto, se durmió; pero un ángel lo tocó y le dijo: “Levántate, come.” Entonces vio que en su cabecera había un pan cocido sobre piedras calientes y una vasija de agua. Comió y bebió, y volvió a acostarse. El ángel del Señor volvió por segunda vez, lo tocó y le dijo: “Levántate, come, porque es muy largo el camino para ti.” Se levantó, pues, y comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.
Allí se dirigió hacia la cueva y pasó la noche en aquel lugar. Y le llegó una palabra de Yavé: «¿Qué haces aquí, Elías?»
La Aventura – Un Testimonio de Fe y Esperanza
Serie
01.- No te rindas sigue tus sueños
02.- Todo tiene un propósito y ocurre con un propósito
03.- Descubrir e Inventar
04.- El dolor y las alegrías
05.- El Encuentro
06.- Cuando le conoces ya no será igual
07.- Amar y que te Amen en el mundo
Que DIOS te Bendiga Siempre
Amorosamente
Miguel Angel
DIOS te Ama,
ÉL te Bendice y
ÉL te invita a Amar
Besos
Abrazos
Apapachos
Contigo Amorosamente
Miguel Angel Herrera
Me despido con una alegra sonrisa
Dándote un fuerte abrazoteeeeeee
DIOS Contigo
Siempre te Bendice
Porque te Ama Profundamente
Ámalo tu también
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